viernes, 18 de diciembre de 2009

La armada motrileña contra los piratas




Los piratas desembarcaban en la playa de Motril. El vigilante empezó a tocar la campana de alarma.
Algunos soldados se aligeraron para llevar al refugio de la cima de la montaña.
¡Todos a la iglesia! ¡Vamos, vamos!
Dijo el sargento.
Todos aterrorizados se fueron a la iglesia. Porque era la más grande y estaba en la cima de la montaña.

Los piratas intentaron bajar del barco, pero no les dio tiempo de desembarcar. Pero ya la armada había arrestado a todos, por lo menos eso creían y rápidamente salta un pirata:
-¡Nunca nos pillareis!
Dice el pirata, y velozmente dice el comandante.
¡Aquí falta alguien!
-¡¿Como lo sabe señor?!
-El vigilante los a contado a todos.

Ágilmente el capitán sale del barril de ron, coge el timón y se dirige mar adentro. El comandante se da cuenta y cuidadosamente va hacia el timón, pero cuando el capitán escuchó unos pasos y se escondió de nuevo. Cuando el comandante coge el timón, el capitán sale cuidadosamente, coge al comandante bruscamente del cuello, desenfunda su espada, se la pone en el cuello y se dirige a proa, y el capitán dice:
-¡¡Soltar a mi tripulación!!
Pero el capitán no sabia que el mejor soldado del comandante. Cogió un palo y el soldado le lanzo el palo al capitán, el capitán soltó la espada y el capitán empezó a lamentarse. Corriendo los soldados arrestaron a los piratas y por supuesto al capitán y lo metieron e la bodega. Corriendo el soldado se dirijo a la costa motrileña.

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